lunes, 9 de mayo de 2011

Tabaquismo Femenino: Una realidad en aumento

Falacias sostenidas en el tiempo hay muchas. El atractivo del fumar es una de ellas. Durante mucho tiempo, e inclusive hoy en día, se cree que el fumar aumenta la seducción de la persona que lo hace, le agrega estilo y demás encantos que pueden encandilar a la persona que la mira. Pero este juego puede terminar mal ya que la muerte por tabaquismo es la primera causa de muerte, enfermedad y discapacidad prevenible en el mundo. Para demostrar esto, el doctor Daniel Buljubasich, presidente de la Asociación Argentina de Tabacología (AsAT) afirma que 1.5 millones de mujeres mueren en el mundo cada año a causa del cigarrillo. Además, son el grupo de riesgo que está en la mira, ya que los efectos que produce el tabaco en ellas son mas rápidos e insondables que en hombre.
            Se estima que en el mundo alrededor de 250 millones de mujeres consumen cigarrillos y en nuestro país, un 22% de ellas están bajo el mismo hábito. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta gran cifra estaría en aumento si políticas efectivas de prevención no se implementan.
            Las mujeres fumadoras están propensas a contraer cáncer de pulmón más rápido que los hombres porque son menos tolerables a la exposición del humo. Otros síntomas relacionados al consumo son: cáncer del cuello uterino, enfermedad ósea, infertilidad menopausia prematura, entre otros. Además, el embarazo es un punto quiebre en la vida de una mujer. Puede optar si deja el hábito o continuar, pero se expone  a dificultades durante la gestación, el parto y la lactancia. En nuestro país, el programa de Asignación Universal por Embarazo para Protección Social prevee potenciar los controles pre-natales, ajustar los esquemas de vacunación y brindar consejería a las mamás para seguir reduciendo los índices de mortalidad materna e infantil, incluyendo el riesgo por tabaquismo.
            Hoy podemos encontrar muchas herramientas para ayudar a la persona que deje de fumar, como parches, chicles y tabletas orales. Ademas, centros barriales y hospitales ofrecen grupos de ayuda para abandonar este peligroso vicio. Pero muchas veces, por más que se pongan al alcance de la mano posibilidades para abandonar el cigarrillo, las personas que fuman adquieren este vicio como una compañía, como parte de su vida. La mayoria de las mujeres, por no decir la totalidad, son conscientes y saben perfectamente las consecuencias de la práctica que asumen. Si embargo, luego de mencionarlas sacan de sus carteras, un atado y un encendedor.

Fuente de las estadísticas mencionadas: Novedades Médicas, edición impresa

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